La vinculación comunitaria en la formación en
investigación intercultural de estudiantes de la Universidad
Intercultural de Chiapas1

Community bonding in intercultural research training for students of the Intercultural University of Chiapas

José BASTIANI GÓMEZ

Joaquín PEÑA PIÑA ••

María Minerva LÓPEZ GARCÍA •••

RESUMEN

Este trabajo presenta los resultados de la investigación sobre la vinculación comunitaria como un dispositivo didáctico y su incidencia en la formación sobre investigación intercultural en estudiantes de la licenciatura en Lengua y Cultura de la Universidad Intercultural de Chiapas [UNICH]. El estudio optó por la concepción metodológica cualitativa, de estudio de caso. Se realizaron entrevistas colectivas al estudiantado para conocer de cerca sus experiencias durante el proceso vinculatorio con la comunidad de enero a julio del 2018. Los resultados señalan que este trabajo debe seguirse utilizando como estrategia didáctica pues fortalece no solo la formación del estudiantado sino también el desarrollo de la investigación para resolver problemas locales en los Altos de Chiapas. Se identificaron una serie de obstáculos en el proceso formativo que dificultan un verdadero ejercicio de interacción con la comunidad; por ejemplo, que se cuenta con un currículo que no atiende con claridad las estrategias de introducción a la comunidad y de atención a sus problemas y que, por consiguiente, no desarrolla las competencias necesarias para la investigación ni desde la investigación-acción ni desde otra propuesta metodológica investigativa.

Palabras clave: Relación-escuela comunidad, vinculación comunitaria, formación, investigación intercultural.

ABSTRACT

This paper presents the results of research on community bonding of research on community bonding as a didactic device and its impact on training on intercultural research in undergraduate students in Language and Culture at the intercultural university of Chiapas (UNICH). The study opted for the qualitative methodological conception, of a case study collective interviews were conducted with the student body to learn about their experiences during the linking process with the community from January to July 2018. The results indicate that this work should continue to be used as a didactic strategy since it strengthens not only the training of the student body but also the development of research to solve local problems in the Highlands of Chiapas. A series of obstacles were identified in the training process that hinder a true exercise of interaction with the community; for example, the there is a curriculum that does not clearly address the strategies of introduction to the community and of attention to its problems and that, consequently, does not develop the necessary competencies for research either from action research or from another investigative methodological proposal.

Keywords: school-community relationship, community bonding, training, intercultural research.

INTRODUCCIÓN

Los diversos procesos de integración mundial ocurridos en el siglo XX y en lo que va del siglo XX, han impactado de manera grotesca en los escenarios sociales y educativos de las universidades públicas y privadas del mundo contemporáneo (Campos y Sánchez, 2006; Fenoll-Brunet, 2016). Los efectos de esta integración económica se hacen patentes a partir de diversos problemas como la pobreza social, la falta de oportunidades labores, el nulo acceso a la educación básica, media superior y superior, una escasa producción de recursos alimentarios, el calentamiento global actual y un éxodo paulatino de inmigrantes, entre otros. Los factores anteriores representan los signos de una modernidad quebrantada bajo un panorama social con pocas posibilidades de mejorar las condiciones de vida de la población mundial (Pereyra, 1996; Giarracca, 2005; Bulgarin, 2009; Beck, 1998).

En este escenario, organismos internacionales como el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [Unesco], la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y otras instituciones sociales han señalado, de manera reiterada, desde la década de los ochenta del siglo pasado, la necesidad de propiciar y construir políticas de desarrollo social que se vinculen —con un fuerte llamado a las instituciones de educación superior— para contribuir desde la ciencia y la tecnología. Planteaban un escenario en donde el conocimiento científico pueda resolver los problemas que aquejan a las sociedades del mundo y, así, estas puedan integrarse, paulatinamente, a una sociedad interdependiente y basada en el conocimiento globalizado (Martínez-Pichardo y Hernández-Oliva, 2013).

La política científica desde esta concepción hegemónica y global señala que las universidades son entidades que deben promover diversas acciones de desarrollo social, con el fin de atender de manera integral el desarrollo humano y abatir la brecha de acceso al conocimiento y a la tecnología. Entendidas así, las universidades partirían de dimensiones éticas que se verían en la necesidad de conformar una sociedad plural y democrática, que tendrían como objetivo fomentar relaciones interculturales y de justica social, además de resolver problemáticas particulares en las regiones (Malagón, 2006).

La acción educativa de las instituciones de educación superior debe sustentarse en un paradigma emergente de vinculación social con la comunidad, donde las concepciones diversificadas de las ciencias, colaboren en un ejercicio multidisciplinario, epistemológico y metodológico, para establecer canales de comunicación y de diálogo entre saberes. En la medida en que se lleven a cabo este tipo de acciones se puede lograr el desarrollo sostenible e intercultural de las comunidades rurales y urbanas en el ámbito global, las cuales se constituyen en escenarios de interacción y formación de futuros profesionales (Castro, Rodríguez y Urteaga, 2016).

La vinculación social de las universidades, en algunos casos, se ha llevado hacia concepciones y estrategias que se han vuelto amorfas y heterogéneas en su despliegue educativo. Por ejemplo, en algunas universidades el concepto de vinculación aparece en algunos proyectos institucionales que buscan fomentar el desarrollo económico, es decir, bajo la propuesta de programas estratégicos para obtener fondos a la institución y solo de paso beneficiar a algunos sectores sociales. Por otra parte, existen otras instituciones de educación superior en las cuales se le asocia a la praxis en el servicio profesional del egresado, como una opción de titulación y dominio de competencias laborales; mientras que en otros centros universitarios priva la idea de que es para el desarrollo de la comunidad (Ávila et al., 2016). A partir de lo anterior se logra evidenciar que los objetivos institucionales parten de llevar el desarrollo económico a las comunidades rurales y pobres, para sacarlas de esa situación social y para que puedan ingresar a un sistema de vida moderno, donde los alcances del desarrollismo les permitan amoldarse al status mundial (Castro, Rodríguez & Urteaga, 2016; Almeida & Sánchez, s. f; Campos & Sánchez, 2006).

En las universidades latinoamericanas ha privado esta mirada desarrollista en la concepción del tipo de perfil profesional esperado en los egresados de las ciencias naturales y en profesiones técnicas y de ingeniería. Se ha entendido a los alumnos como los únicos capaces de resolver problemas. Sin embargo, esto se lleva a cabo de manera unilineal, sin consentimiento del grupo social al que se pretende "ayudar".

Esta situación a lo largo del tiempo ha ido modificándose en algunas universidades latinoamericanas, aunque todavía es notoria la poca claridad con la que asumen el paradigma de vinculación con la comunidad en aras de resolver problemas socioculturales, de desarrollo económico y empresarial en las regiones geográficas. También se detecta que los programas de pregrado del área económico-administrativo y de dirección general están marcados por esta misma concepción utilitarista que poco valora aspectos subjetivos de los grupos sociales y étnicos (Román, García & Licea, 2016). La idea de colonización científica que subyace a las funciones de las universidades latinoamericanas parece ubicarse en una especie de célula social que recubre en gran medida los contenidos políticos de la actividad escolar y las funciones sustantivas de las universidad públicas y privadas, que tienen que ver con la docencia, investigación, vinculación y difusión de la cultura.

Martínez-Pichardo y Hernández-Oliva (2013), a este respecto, han señalado que en general las universidades latinoamericanas están llevando a cabo diversos modelos de educación superior: el italiano, el ibérico y el alemán. Con esto promueven la importación de conocimientos y olvidan la cultura y la historia propias, donde se localizan los campos epistemológicos de reflexión de las múltiples formas de realizar la vinculación social a partir de lo nuestro, a diferencia de aquellos procesos educativos altamente racionalizados y occidentales.

En México, universidades tradicionales como la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad Autónoma Metropolitana emergieron de una coyuntura social donde el peso político de su objetivo era fortalecer la identidad y la cultura nacional. El modelo educativo nacional privilegió la vinculación o extensión universitaria, de los perfiles de egreso del profesionista, con el mercado laboral y el desarrollo económico de las regiones de México (Román, García y Licea, 2016). En el caso de las universidades tecnológicas y politécnicas, creadas en la década de los noventa del siglo XX, estas inscriben sus acciones de extensionismo comunitario en la idea de satisfacer las necesidades del mercado global (Malagón, 2006; Román, García y Licea, 2016).

Finalmente, dentro de este análisis se encuentran las universidades interculturales, las cuales fueron creadas después del movimiento armado zapatista de 1994 en Chiapas y con un concepto de vinculación que buscaba el desarrollo y fortalecimiento de la identidad de los estudiantes indígenas, que provenían de las comunidades de las regiones multiculturales de México. El diálogo en el contexto de la diversidad cultural le da una mayor fuerza y reconocimiento como estrategia educativa en la actualidad (Santorrello y Peña, 2018). En el modelo educativo de estas universidades se reconocen las lenguas, las culturas y los saberes como necesidades centrales de atención, las cuales deben ser ejes en la investigación y en la revitalización de las relaciones con los escenarios de vinculación, es decir, en las comunidades con culturas originarias, concebidas como comunidades de conocimiento (Secretaría de Educación Pública, 2006).

Se reconoce que en el contexto latinoamericano la llamada vinculación se asume con diversas denominaciones. Mato (2015) señala que se le llama "extensión universitaria, investigación-acción-participativa, aprendizaje servicio, diálogo de saberes, voluntariado y responsabilidad social" (p .134). Estas conceptualizaciones varían dependiendo de la estrategia de enlace que les subyace y de si la vinculación logra articularse al sentido y objetivo de la universidad dentro de la sociedad.

El cometido de vinculación en estas instituciones está en función del objetivo que se tenga respecto a la forma de gobernar dentro de la universidad, entendida como una entidad política que define intenciones sociales y regionales que forman parte de la política pública de los estados nacionales. Por eso en las universidades se han logrado establecer oficinas departamentales que atienden la vinculación local, regional, nacional e internacional por medio de firmas de convenios de intercambio científico, de movilidad estudiantil y de profesores.

Es necesario hacer énfasis en las implicaciones conceptuales de la vinculación social y comunitaria, de la responsabilidad social y del extensionismo, puesto que todos ellos están asociadas a las políticas que delinean acciones institucionales en las universidades públicas y privadas de México. En ese sentido, la relación que establece la universidad con la sociedad se caracteriza por establecer puentes de diálogo que enlacen la capacidad científica y tecnológica con los actores sociales. Es decir, las universidades son el enlace con el sector productivo, con las empresas, con las asociaciones civiles y con el Estado mismo, muestran el establecimiento de las directrices para el desarrollo local, regional, nacional e internacional (Campos y Sánchez, 2006).

A partir de este planteamiento se puede comprender la función social de la universidad, la cual se vincular con la comunidad y la sociedad para contribuir a los procesos de desarrollo sociocultural y económico de los grupos sociales o comunitarios más necesitados. Apelando a la definición que asume el modelo de educación intercultural en la UNICH, la vinculación con la comunidad se convierte en un "instrumento de desarrollo en manos de los propios hijos de las comunidades. Por último, sustentan sus propuestas en un diálogo permanente e intercultural con las propias comunidades y sus saberes" (SEP, 2006, p. 11).

La vinculación con la comunidad es un eje transversal de la política de desarrollo de la universidad. Al mismo tiempo, la universidad es la que le confiere una estrategia de trabajo educativo donde el diálogo de saberes con los pueblos indígenas representa la reconstitución de relaciones educativas interculturales. Los estudiantes de las licenciaturas de Lengua y Cultura, de Desarrollo Sustentable, de Comunicación Intercultural, de Turismo Alternativo, de Medicina con Enfoque Intercultural y de Derecho con Enfoque Intercultural elaboran proyectos de desarrollo social, cultural y económico que fortalecen el desarrollo local y regional en Chiapas (SEP, 2006).

El estudio que se presenta se realizó en el periodo de enero-julio del 2018 por estudiantes que egresaron de la licenciatura en Lengua y Cultura de la UNICH. El objetivo de la investigación fue comprender las características del proceso de vinculación comunitaria a partir de la experiencia de investigación intercultural con las comunidades que formó parte de los proyectos de titulación. Los alumnos consideraron sus contextos sociales y culturales comunitarios indígenas para concluir con la elaboración de documentos recepcionales bajo el modelo intercultural en Chiapas, México.

METODOLOGÍA

LA CONCEPCIÓN METODOLÓGICA

El trabajo de investigación se enmarca en el paradigma cualitativo, el cual considera que las acciones sociales son comprensibles y que interesa describir los comportamientos y actitudes de los sujetos en una determinada realidad social y educativa (Pérez, 2005; Peñaranda, et al., 2011).

La estrategia didáctica de vinculación con la comunidad fue revisada a profundidad a partir de las experiencias narradas por estudiantes a través de las entrevistas y de la revisión de sus trabajos académicos, así como de las observaciones en las prácticas de vinculación comunitaria y del acercamiento a la forma en que perciben los profesores este trabajo (Croll, 1995; Tarres et al., 2014). Estos ejercicios de vinculación se inscriben con un doble propósito formativo: a) atender a las necesidades propias de las comunidades de conocimiento, y b) favorecer la formación en investigación con enfoque intercultural.

[La vinculación es] un conjunto de actividades que implica la planeación, organización, operación y evaluación de acciones en que la docencia y la investigación se relacionan internamente en el ámbito universitario y externamente con las comunidades para la atención de problemáticas y necesidades específicas (SEP, 2006, p. 157).

Para llevar a cabo la investigación, fue necesario hacerse algunas preguntas fundamentales que se respondieron a lo largo tanto del trabajo teórico. Se usó la investigación de campo para identificar la concepción de vinculación comunitaria que subyace en el proceso enseñanza aprendizaje, en los estudiantes y en el currículo de la licenciatura en Lengua y Cultura, la cual forma parte del escenario inmediato de investigación. Esto implicó, por consiguiente, un análisis del currículo, entrevistas al estudiantado que se encontraba cursando el octavo semestre de esta licenciatura y un breve acercamiento al trabajo de los profesores, tanto en el aula como en los espacios de vinculación, en los cuales su acompañamiento ha sido cada vez más lejano. Todo ello se planteó con una mirada etnográfica en la vivencia y reconstrucción (Piña, 1997) de lo que puede significar la vinculación comunitaria. Aunque la universidad la ha planteado como una de sus principales tareas, es importante revisar su impacto en las denominadas comunidades de conocimiento.

La entrevista colectiva fue realizada a 28 estudiantes de octavo semestre de la licenciatura de Lengua y Cultura, los cuales se encontraban en el último semestre de su formación a finales de mayo del 2018, y en la cual se centró la atención en los siguientes aspectos: a) los problemas identificados en las comunidades para la elaboración del diagnóstico, como la identificación de las formas de interacción comunitaria, la respuesta a las problemáticas, el grado de aceptación comunitaria en razón del impacto de las propuestas ofrecidas; b) las dificultades en el proceso de vinculación y los aprendizajes logrados. La información obtenida de manera empírica de todos los instrumentos aplicados se sistematizó y categorizó para ser analizada con base en el marco teórico que sustenta el estudio. Esto permitió la conformación de los resultados y juicios llevados a cabo en este trabajo de investigación (Valles, 1999; Stenhouse, 2003).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A) LAS FILIACIONES SOCIALES Y LINGÜÍSTICAS DE LOS ESTUDIANTES

El estudiantado proviene en un 90 % de comunidades con culturas originarias y cursaron el bachillerato en diversas modalidades (TABLA 1). Este primer dato resulta interesante, puesto que en buena medida indica las posibilidades que han tenido los estudiantes de migrar para estudiar esta modalidad o han permanecido en sus comunidades de origen.

Tabla 1. Bachillerato de procedencia de los estudiantes

Modalidad de bachillerato Porcentaje Frecuencia
Telebachillerado 82.10 % 23
Escuelas preparatorias del estado 3-5 % 1
Centro de bachillerato tecnológico industrial y de servicios 3.5 % 1
Centro de bachillerato tecnológico agropecuario 10.7 % 3

Fuente: UNICH, 2021.

Por otro lado, el 85 % de los estudiantes provienen de una condición socioeconómica baja, tal como lo señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Desarrollo Social. Estos estudiantes forman parte de comunidades con un alto índice de pobreza y marginación, situación por la cual, al emigrar a la ciudad de San Cristóbal de las Casas, sede de la UNICH, han utilizado diversas estrategias de sobrevivencia, tales como rentar cuartos cercanos a la universidad hasta con cinco compañeros, trabajar como empleadas domésticas, en restaurantes o bares o en el comercio informal. Esto particularmente se observa con mayor frecuencia en los estudiantes del turno vespertino, de tal manera que el tiempo es un elemento valioso, el cual debe ser aprovechado.

El 50 % de los alumnos tiene como primera lengua [L1] el tseltal y 50 % el tsotsil; en algunos casos el castellano, la segunda lengua [L2], se habla, pero con mayores dificultades se lee o escribe, lo cual compromete el trabajo académico, el cual ha sido colonizado y se imparte únicamente en la L2, con la misma rigurosidad que se emplea tanto para los trabajos escritos como para los de tipo oral. La comprensión lectora está también altamente comprometida. Estos estudiantes se encuentran en la encrucijada de no leer y escribir ni en su L1 ni en la L2, por las exigencias académicas.

En la entrevista llevada a cabo a los estudiantes, estos consideran que salieron de sus comunidades en un esfuerzo para tener mejores condiciones de vida. Vislumbran pocas posibilidades de regresar a las mismas, debido a que quieren buscar un empleo que los haga salir de la situación de marginación y pobreza de la que históricamente han sido objeto. Un estudiante indicaba lo siguiente: "Está difícil regresar a la comunidad porque allá no hay trabajo, solo en la ciudad, porque hay que seguirse superando. Allá hay mucha pobreza". En lo anterior se observa el desánimo ante un futuro sin oportunidades, en donde entrevistado no se asume como posible agente de cambio.

B) LA PRÁCTICA DE LA VINCULACIÓN. EL CONTEXTO DE LA LICENCIATURA EN LENGUA Y CULTURA.

Para la comprensión de las prácticas de vinculación, es importante conocer el contexto de la licenciatura, sus orígenes y la forma en que ha evolucionado como oferta educativa, como campo laboral, como escenario para la profesionalización en la vinculación comunitaria y como espacio de formación para la investigación.

La Universidad Intercultural de Chiapas se creó en el 2004 y se concibe como una institución que desarrolla procesos de vinculación comunitaria; difunde las expresiones culturales de los pueblos; realiza una mediación pedagógica a partir de los planes y programas de estudio, y desarrolla investigaciones científicas interculturales, a partir de trabajos colaborativos, considerando los mecanismos instituidos de los grupos colegiados denominados cuerpos académicos (UNICH, 2017a). Los procesos del desarrollo de la investigación y la vinculación involucran a los estudiantes para la creación de una cultura escolar que coadyuve al desarrollo social de las comunidades indígenas de Chiapas (UNICH, 2017b).

Esta institución de educación superior considera que los profesores tengan vinculación con la comunidad, funciones de difusión y de investigación. Sin embargo, es complicado convertir esta normativa en un ejercicio de rendición de cuentas que fortalezca el desarrollo de una política de vinculación social con la comunidad (UNICH, 2017c, 2017e).

La licenciatura en Lengua y Cultura se ofertó en el año 2004 en la región de los Altos de Chiapas, México, como una opción profesional para reivindicar la lengua y la cultura indígena bajo un proceso de vinculación con las comunidades. En el año 2011, atendiendo al contexto nacional y a la efervescencia política, la Secretaría Académica de la UNICH de aquel entonces logró transformar curricularmente el programa hacia un enfoque por competencias. Sin embargo, esta propuesta curricular se diferencia de la demanda de los pueblos originarios, ya que los saberes culturales no son considerados en la reforma federal. Esta contradicción se relaciona con los resultados de Mato (2015), quien explica que cuando se practica la vinculación con las comunidades, emerge una debilidad estructural en la universidad, por las profundas diferencias académicas entre los administradores del currículo y los profesores que interactúan con los estudiantes de octavo semestre.

Con respecto al campo laboral, uno de los profesores indicó lo siguiente:

Al inicio de la oferta educativa de la licenciatura los estudiantes podían acceder a plazas de profesor de educación indígena o profesor comunitario. Sin embargo, a raíz de la instrumentación de los perfilarios por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP), las restricciones se hicieron evidentes, dejando sin derecho a los egresados de esta licenciatura, encontrando refugio en el Centro Estatal de Lengua Indígenas, Arte y Literatura Indígenas (CELALI), lo que de algún modo puede haber incidido en el de por si escaso interés por las comunidades de culturas originarias (Comunicación personal, 2018).

Existe en el mapa curricular de esta licenciatura una línea de formación que se denomina vinculación con la comunidad y que se encuentra presente en los ocho semestres. En el primer semestre los estudiantes cursan el Taller de vinculación comunitaria, en el segundo, el Taller de análisis y métodos para la vinculación; en el tercer semestre, el Taller de integración de conocimientos comunitarios; en el cuarto, el Taller de diagnóstico comunitario participativo; en el quinto, el Taller de planeación participativa comunitaria; en el sexto, el Taller para la elaboración de propuestas comunitarias; en séptimo, el Seminario de autogestión y acción comunitaria, y en octavo, el Seminario de evaluación para la vinculación comunitaria.

Desde este esquema se privilegia la investigación-acción participativa en la formación del estudiantado, que debería coincidir con las propuestas revisadas y consensuadas a fondo por la comunidad, sin embargo, hay que tomar en cuenta que la permanencia de los estudiantes en la comunidad se restringe a una semana por semestre.

Por otra parte, si bien la estrategia del proyecto integrador se propone la articulación de los elementos de carácter conceptual-metodológico para fortalecer la vinculación, este conjunto de factores antes descritos adquiere gran relevancia para el análisis, el cual no puede verse a profundidad cuando se forma parte de la problemática y cuando la forma de ver el mundo está naturalizada sociológicamente hablando.

C) LAS CARACTERÍSTICAS DEL PROBLEMA Y LAS PROPUESTAS DE INTERVENCIÓN

En el proceso de vinculación, el estudiante debe elaborar un diagnóstico comunitario como punto de partida para la formulación de un problema de investigación que contribuya a mejorar las condiciones del desarrollo humano de la población indígena. Sin embargo, se identifica que los estudiantes tienen problemas para la construcción de este primer documento porque presentan debilidades metodológicas, lo que se asocia a un frágil perfil profesional de los profesores que atienden el eje, los cuales no tienen experiencia en vinculación y en investigación intercultural.

En la UNICH, la mayoría de los estudiantes optan por el trabajo de investigación de tesis profesional como modalidad de titulación. La tesis es concebida como un documento que en su estructura lógico-formal contiene un problema de investigación, un objetivo general, unos objetivos específicos, un marco teórico conceptual, una metodología, resultados, una discusión y una bibliografía, para que finalmente se construyan conclusiones generales (UNICH, 2017a, 2017c). El proceso formativo exige a los estudiantes habilidades investigativas que no afloran, situación que se relaciona con las limitantes que tienen por sus condiciones sociales e históricas, es decir, su procedencia étnica y su situación educativa.

En la modalidad de titulación de tesis el estudiantado elaboró 17 documentos recepcionales que tienen como marco contextual a las comunidades indígenas de las regiones de Chiapas. Un total de 28 estudiantes experimentaron el proceso de vinculación con la comunidad en que los objetos de estudio abordados por los estudiantes aluden a los cambios culturales, religiosos, a las formas de crianza de los hijos, a los problemas de convivencia humana y de tenencia de la tierra.

A través de los documentos se observa el esfuerzo por encaminar una dinámica de aprendizaje referida a la vinculación con la comunidad, reconociendo dificultades de acercamiento con los actores de la comunidad, debilidades de orden metodológico que inciden en la recopilación de información empírica y las dificultades para sistematizar las observaciones y los datos duros, obtenidos de los instrumentos de trabajo de campo.

Pese a lo anterior, con las limitaciones ya referidas, el trabajo de vinculación con la comunidad permitió reconocer y reforzar en el estudiantado los conocimientos metodológicos y teóricos de investigación, aunque de manera incipiente. A algunos estudiantes, les permitió observar, sistematizar y revalorar esas realidades comunitarias y sociales que se tienen que estudiar desde la puesta en práctica del trabajo de investigación. Krainer (2017) señala que es ahí donde los saberes comunitarios representan un simbolismo cultural, donde las personas, las familias y la comunidad reafirman la identidad de sus habitantes, y también señala que la universidad debe de propiciar de manera reiterada esta relación social con la sociedad y comunidades indígenas de Chiapas.

En el análisis de la vinculación institucional, la universidad no recupera las diversas epistemologías de los pueblos indígenas de Chiapas, como ocurre con el Sumak Kawsay que se ha vuelto el eje vertebrador y metodológico de la política de educación superior en Ecuador y otros países latinoamericanos (Krainer et al., 2017; Rodríguez, 2017). Por ello, se pueden comprender estas dificultades de acercamiento a las comunidades, vistas solo como receptoras, pero no como productores de conocimiento.

La dimensión de la vinculación, el diálogo de saberes con la gente y la aplicación de los métodos de observación, el diario de campo y de la guía de entrevistas representó para los estudiantes una oportunidad de reflexionar la vida social de las personas que viven en la comunidad y de tomar decisiones académicas en la elaboración de la tesis. También identifican los estudiantes que las mujeres indígenas son, todavía, el sector marginado en la participación política. Reconocen, asimismo, que prevalece el poder de los hombres en la designación de responsabilidades políticas en la asamblea y en la toma de decisiones.

Esta forma de vincularse socialmente en la recreación del conocimiento científico, con sus avances y retrocesos, como ha ocurrido en la UNICH, se asocia a una consideración académica que señala que, en las universidades posindustriales, existe de manera limitada una segunda revolución académica, que es necesaria cuando se produce el conocimiento en un ambiente transdisciplinar y en un contexto más amplio y descentralizado, y que se fundamenta en las necesidades de los actores sociales de la comunidad (López, 2002).

El diagnóstico desde el punto de vista de los estudiantes es importante como medio y punto de partida para resolver problemas con la comunidad de vinculación y hacer investigación de tesis, reconociendo sus dificultades para la elaboración en un documento académico. La formación metodológica exige que, bajo la educación superior intercultural, se convierta a los saberes de las comunidades indígenas en procesos de reconstrucción, de encuentro, de visibilización y de valoración del conocimiento local, donde los estudiantes de Lengua y Cultura sean agentes de transformación social (Krainer et al., 2017).

El estudiantado admitió que, en el momento de la realización de las entrevistas a los integrantes de la comunidad, debe llevarse a cabo inicialmente un proceso de sensibilidad comunitaria con las familias, en el que se dialogue con las personas de las comunidades de los Altos de Chiapas. El diálogo entre saberes se constituye como una fuerza metodológica que debe movilizar las estrategias de vinculación dentro del programa de licenciatura, con las comunidades indígenas. Esta acción educativa debe de convertirse en una perspectiva de diálogo continuo y colectivo (Ávila et al., 2016).

D) DIFICULTADES Y OBSTÁCULOS PARA LA FORMACIÓN EN LA INVESTIGACIÓN

A partir del diagnóstico es que emerge la realidad comunitaria que se tomará como punto de partida para los aprendizajes que se irán sistematizando y que estructurarán el documento recepcional. Es en este proceso en que la vinculación cobra relevancia académica, porque a través de los actores sociales dentro de la UNICH se debe fomentar la solución de problemas de las comunidades (Campos y Sánchez, 2006).

Los estudiantes señalan que los profesores del grupo de octavo semestre tienen diversas concepciones de investigación y que la experiencia en investigación y vinculación de algunos de ellos fue significativa para conocer una manera distinta de ver la formación en investigación intercultural. Reconocen los estudiantes que la descripción y la sistematización se llevó a cabo con dificultades, porque no es fácil citar fuentes y realizar las reflexiones parafraseadas. Algunos alumnos señalan que les hizo falta revisar y consultar fuentes documentales electrónicas para fundamentar el marco teórico y la discusión del trabajo, pero que, finalmente, lograron realizar esta actividad básica del programa de vinculación con la comunidad. En este proceso de trabajo, se logró evidenciar la apropiación más ordenada de la escritura como punto medular para elaborar la tesis que trabajaron.

La estructuración de los capítulos de los documentos fue compleja, debido a las habilidades para inferir y deducir los objetivos específicos y para sistematizar los datos empíricos que implicaron un mayor esfuerzo escolar. Se reconoció, en la mayoría de los casos, que categorizar es la actividad en la que se tuvieron serias dificultades. Sin embargo, estas dificultades, paulatinamente, se superaron en el transcurso de la elaboración de la tesis. Del mismo modo, los estudiantes reconocen que escribir las ideas también fue un obstáculo. Por ello es necesario que los profesores de todos los cursos y seminarios inviertan más tiempo en la vinculación con la formación de los estudiantes y la escritura universitaria. El Seminario de Titulación es un buen curso, mencionaron, porque es el medio educativo que permite que los estudiantes puedan realizar las actividades de vinculación y, en consecuencia, lleven a cabo la elaboración del documento. Las prácticas de vinculación universitaria que involucran a actores de la educación superior, exigen un ejercicio de mayor responsabilidad social en la coyuntura histórica y globalizada de Chiapas para lograr un verdadero proceso de transformación comunitaria y educativa (Martínez-Pichardo y Hernández-Oliva, 2013).

Los niveles de vinculación que realizan los estudiantes dependen de la forma de organización del escenario curricular, sobre todo cuando no logran articularse con las expectativas de los equipos de estudiantes que demandan una cultura académica de acompañamiento. Esta situación es algo que no se evidencia en la UNICH por el desconocimiento, la lentitud y la rutina burocrática de los administradores del currículo y las prácticas concretas de estudiantes y profesores (Saavedra, 2009). El currículo se organiza a partir del trabajo que realizan docentes de tiempo completo y de asignatura, quienes, con diversos perfiles profesionales, de sociólogos, pedagogos, lingüistas y antropólogos, se encargan de socializar los programas de las asignaturas y talleres del eje de vinculación con la comunidad.

Es en el sexto semestre, los estudiantes empiezan a problematizar el objeto de investigación, que emerge de los contextos socioculturales de las comunidades indígenas de Chiapas (UNICH, 2011). Asimismo, deben concluir con el protocolo de investigación; pero esto no se lleva a cabo por las debilidades formativas de los estudiantes y de problemas estructurales de la universidad.

En el séptimo semestre, el estudiante debe concluir la elaboración de los documentos recepcionales; sin embargo, no ocurre por diversas situaciones que tienen que ver con una lucha de intereses políticos sindicales que data del año 2011 a la fecha. Los estudiantes en su mayoría tienen problemas de la redacción de los documentos. En ese sentido, el grupo de 28 estudiantes logró conformar el capítulo I que se estructura en un primer momento por el marco contextual y el problema de investigación, además de la metodología. El capítulo II, se refiere al marco teórico conceptual. En el octavo semestre, el estudiante logra realizar el capítulo III que refiere a los resultados y su respectiva discusión teórica conceptual, así como la reflexión final y la bibliografía empleada en el trabajo que se plasma en la tesis. Los aprendizajes de los estudiantes no solo dependen de ellos mismos, sino también se articulan a la formación metodológica y formación científica de los profesores por medio de posgrados de calidad donde los docentes de Lengua y Cultura aseguren verdaderas prácticas de vinculación con la comunidad y el compromiso con el desarrollo social de las comunidades indígenas (López, 2002; Saavedra, 2009).

Se reconoce que, en el campo de la práctica, los acompañamientos escolares, el escaso tiempo de periodos con las comunidades, el bajo presupuesto destinado a las salidas de trabajo de campo y las condiciones de limitación económica que impone la institución dificultan que los estudiantes puedan concluir una experiencia de vinculación con las comunidades.

Uno de los problemas estructurales en el programa de la licenciatura es la poca flexibilidad para otorgar periodos de trabajo de campo prolongados para recabar información empírica. En ese sentido, se considera necesario revisar y modificar curricularmente el programa desde la orientación a los Proyectos Formativos (Tobón, 2014) para que haya periodos de trabajo de campo con la comunidad, para estructurar diversos aprendizajes de vinculación y para la construcción del conocimiento escolar socioculturalmente.

CONCLUSIONES

A pesar de las ausencias de acompañamiento de los profesores en las tareas de vinculación -y de su escasa formación en los estudios de posgrado con reconocimiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología-, que inciden en la falta de organización, de que los tiempos de estancia sean muy cortos, de las debilidades en los procesos de desarrollo y aplicación de instrumentos de investigación, de análisis, de sistematización de la información para plasmarlos en las tesis, continúa realizándose una ardua tarea de vinculación como actividad científica en la UNICH. Esto constituye un aporte al desafío escolar y social frente al mundo globalizado, para propiciar y mejorar la política de vinculación universitaria.

El trabajo colegiado que se realiza en la licenciatura en Lengua y Cultura debe ser el espacio para valorar los saberes culturales de los pueblos y para establecer las alianzas de vinculación con el sector social, productivo y económico, que permitan a los egresados incluirse en el empleo, el autoempleo y la generación de un cambio innovador en los Altos de Chiapas. En virtud de que la política de desarrollo social colonizante no ha podido incidir de manera propositiva en las comunidades indígenas, es necesario que la Universidad Intercultural de Chiapas [UNICH] se convierta en una institución que forme y movilice a los alumnos y alumnas indígenas para que estén comprometidos con el desarrollo social-local de los pueblos originarios y, de esta forma, no solo se haga una vinculación de carácter social (valiosa en sí misma), sino un acto de justicia epistemológica, mediante el cual los saberes culturales, los conocimientos tradicionales, los sentires comunitarios, los horizontes de vida de las propias personas formen parte del trabajo de investigación profunda de la universidad.

Del mismo modo, urge reconfigurar las prácticas de vinculación de investigación de los alumnos y profesores, nutrirlos en lo que se refiere a la construcción del conocimiento, desde una vertiente altamente científica y una orientación comunitaria. En este diálogo de formas epistemológicas la UNICH encontrará el punto de apoyo que permita a las poblaciones indígenas encontrar mecanismos de desarrollo cada vez más humanos, conscientes y significativos. Esa es una de las metas de la universidad.

Finalmente, la vinculación para la investigación deben ser una acción vinculante y con responsabilidad social, que impacte positivamente en las intenciones, metas y estrategias de los programas educativos interculturales, para erradicar el abandono, la exclusión social y la marginación cultural en la región de los Altos de Chiapas.

El tiempo que implica la estancia en las comunidades es corto y debe de valorarse en la carrera por medio de preguntas que busquen la manera de ampliar esta etapa de relación social y de investigación con la comunidad. Estas prácticas fueron importantes para los alumnos, ya que fue la manera de concretar la formación profesional. Los profesores y las autoridades de la universidad deben tomar decisiones que amplíen el tiempo y la oportunidad de vida profesional, porque la vinculación es básica en la reconstrucción del conocimiento metodológico y, en general, para hacer una verdadera vinculación con la comunidad en la elaboración de un documento para fines de titulación. Como lo señalan Campos y Sánchez (2006), es necesario que la universidad conciba la vinculación como una política y estrategia de desarrollo local, regional y con una orientación sexenal, para ampliar su acción e impacto en las comunidades indígenas de Chiapas.

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CÓMO CITAR ESTE TEXTO

Bastiani Gómez, J., Peña Piña, J. & López García, M. M. (2021). La vinculación comunitaria en la formación en investigación intercultural de estudiantes de la Universidad Intercultural de Chiapas. Punto Cunorte, 7(13), 184-207.

1 El articulo forma parte de resultados parciales del proyecto de investigación que fue financiado por el Programa para el Desarrollo Profesional Docente de la Secretaría de Educación Pública en el 2018, denominado "El proceso de vinculación comunitaria como eje educativo integrador y sus aportes a la interculturalidad y la sustentabilidad en la Universidad Intercultural de Chiapas".

Doctor en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable por El Colegio de la Frontera Sur en Chiapas, México. Profesor-Investigador en la Universidad Intercultural de Chiapas. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores [SIN] del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología [Conacyt] nivel I. bastianijose14@hotmail.com

•• Doctor en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable por El Colegio de la Frontera Sur en Chiapas, México. Profesor-Investigador en la Universidad Intercultural de Chiapas. Miembro del SNI del Conacyt nivel I. joaquin_ecosur@ecosur.hotmail.com

••• Doctora en Educación por la Universidad del Sur en Chiapas, México. Profesora-Investigadora en la Universidad Autónoma de Chiapas. Miembro del SNI del Conacyt nivel I. lpezgm@gmail.com