El uso de la red social Facebook por adolescentes de la región norte de Jalisco

Leonardo Romero Sánchez *

Resumen

Este artículo presenta el resultado de un estudio efectuado en la Preparatoria Regional de Colotlán, Jalisco, México, en la que se indagó acerca del uso de las redes sociales por parte de los jóvenes. Además de algunos resultados cualitativos, se obtuvieron conclusiones primarias en torno a la violencia escolar por medio de Facebook –esta investigación forma parte de un proyecto más amplio sobre este tópico–. El trabajo, al tiempo de caracterizar a los jóvenes en el sentido referido, da a conocer algunos hábitos del uso de la tecnología y otras cuestiones relacionadas con la seguridad y los vínculos que los jóvenes crean.

Palabras clave: Redes sociales, Facebook, TIC, educación media superior.

Abstract

This article presents the results of a study undertaken in a local high school in northern Jalisco, Mexico, that looked at the use of social networks on the part of the students. Besides quantitative data, we obtained initial conclusions concerning school violence using Facebook –this research is part of a larger project on this topic–. In addition to characterizing these youngsters in the referred sense, this paper takes notices of some habits related to the use of technology and offers other traits found regarding safety and relationships established by the students.

Keywords: Social networks, Facebook, ICT, high school.

Introducción

Con las redes sociales como eje central de los espacios virtuales propiciados por las TIC y en los que conviven los jóvenes, se abre un complejo mundo de socialización en varios niveles. En términos generales, se accede a información sobre el uso de internet proveniente de encuestas en grandes ciudades del mundo, pero es difícil conocer el contexto local por la carencia de estudios.

En tal sentido, este trabajo ofrece algunos resultados de una encuesta efectuada en la Preparatoria Regional de Colotlán, como parte de un trabajo más amplio, pero resulta de interés separar los datos que tienen que ver con el manejo de las redes sociales, en particular Facebook, la más usada por los alumnos de esta institución. La encuesta que se presentará en las próximas líneas es parte de un proyecto más amplio sobre violencia en Facebook, pero dentro de la información consultada a los jóvenes, se les interrogó acerca de cuestiones familiares, el uso de internet, de las redes en específico, y cuestiones de seguridad, confianza y violencia. Sin tratarse de un trabajo exhaustivo, los datos pueden ser de interés para otros estudios o, incluso, para ampliarlo a otros sectores educativos. En las próximas líneas se dará un panorama general teórico acerca de las redes y explicaciones sobre las conductas de los jóvenes en estos nuevos entornos virtuales, y luego se presentarán algunos resultados numéricos.

Uso de las redes sociales de los preparatorianos

En México, según la Encuesta Nacional de la Juventud de 2010 realizada por IMJUVE, el porcentaje de jóvenes que tenía acceso a internet en casa era del 28.5 %, pero casi un 70 % del total sabe usarla (aun sin una computadora en su hogar). Con referencia al uso que le dan al servicio de internet, las redes sociales ocupan el primer sitio, mientras que el chat está en tercero, lo que habla de la relevancia que han adquirido las relaciones personales en este entorno, por encima de otros sentidos prácticos como la búsqueda de información o el estudio.

Muchas veces, el uso de las redes se realiza sin cuidar detalles como la seguridad. Para Bringué, Sábada y Tolsá (2011) es importante que los jóvenes asuman que, al no considerar factores de riesgo al compartir información, están exponiéndose no solo ellos mismos, sino a sus contactos, ya que, según las configuraciones de privacidad, es posible dejar visibles las conexiones que se generan a partir de un contacto común. En este sentido, los autores exponen que el "17 % de los menores iberoamericanos cree que puede difundir información personal de modo indiscriminado por internet. Mientras que los chicos están de acuerdo con esta posibilidad en un 20 % de los casos, las chicas tan solo muestran su acuerdo en un 14 %" (2011, p. 137).

Almansa-Martínez, Fonseca y Castillo-Esparcia indican que la imagen también es un punto al que dedican tiempo los jóvenes, pues deben pensarla y diseñarla; "tener amigos en Facebook es más que tener una lista de contactos. Significa más bien gestionar las relaciones de amistad en otro escenario donde la imagen es el principal vínculo" (2013, p. 130). Lo mismo sucede con los grupos que pueden crearse en la red, ya que "ser parte de un grupo es pertenecer a una comunidad real" (2013, p. 131).

Reig y Vílchez (2013) recuerdan que el informe La sociedad de la información en España 2011 (Fundación Telefónica, 2012, citado en Reig & Vílchez, 2013) marcaba al smartphone como el inicio de una nueva era en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación. En el mismo sentido, y también citado por los autores señalados anteriormente, la AIMC en su edición de 14.o Navegantes en la red informa sobre el aumento del celular como equipo de acceso a internet en el caso español: "ha pasado de un 20.3 % en el cuarto trimestre de 2007 a un 64 % en el mismo período de 2011. Este porcentaje se acerca de forma acelerada al que registran los dispositivos más tradicionales: el ordenador fijo o de sobremesa (78.3 % en el cuarto trimestre de 2011) y el ordenador portátil o netbook (79.5 %)" (AIMC, 2012, citado en Reig & Vílchez, 2013, p. 12).

Bringué, Sábada y Tolsá (2011) señalan que, para jóvenes de 10 a 18 años, el uso de redes sociales es la principal finalidad para la conexión a internet, con un 67 % para los hombres y un 71 % para las mujeres (en el caso del sexo masculino, la cifra es superada con el 69 % por visitar páginas de internet y también con el 67 %, jugar en línea). Además, conforme aumenta la edad, mayor es el riesgo de ser agresor en línea.

Balaguer (2003) ha sido uno de los autores que durante los últimos años ha analizado a los jóvenes, su conducta, uso y pensamiento en torno a las diferentes redes sociales y, en general, internet. En muchos de sus textos se centra particularmente en el concepto de self, término que en estos días se ha vuelto popular gracias a conceptos como selfie (autofoto: imagen que se toman los propios usuarios para subirlas a las redes), que se entiende como la presencia del yo en línea, la imagen que se quiere generar y sus posibles repercusiones. El análisis del self es precisamente un elemento fundamental para comprender el rol que cada joven juega en su entorno digital. Balaguer indica que esa creación de la imagen de cada individuo puede tener que ver con conceptos como el que Lipovetsky señalaba acerca de la pérdida de valores, apatía y descreimiento, dando lugar a nuevas formas de entenderse, asumirse y difundirse en la red sin seguir lineamientos establecidos. En este sentido, este concepto se suma a uno más aportado por el autor, que es el de "territorialización" de este espacio.

Ya en el año 2003, Balaguer destacaba que el acceso a la red, puntualmente a espacios gestionados por los propios usuarios, más que nada por jóvenes, les permitía una serie de acciones interesantes, como simplemente la presentación personal, "la búsqueda de trascendencia o como lugar de exposición de las virtudes académicas, artísticas o personales" (2003, p. 97). Si en aquel entonces, más de una década atrás, las páginas web permitían estas posibilidades, Facebook y otras redes sociales han colocado de manera exponencial las opciones para que las personas se "retraten" en las redes, muestren lo que son o quieren ser, a lo que aspiran y cómo quieren ser vistos por los demás. El autor es contundente, sobre todo al referirse a los chats, a los que menciona como el mejor lugar para poner en juego un "como si" y, tomando conceptos de Bauman, autofabricar su yo y una búsqueda identitaria permanente. No se trata, agrega, "de ser amado por lo que uno es, sino amado por lo que uno dice ser" (2003, p. 125). En 2005, Balaguer profundizaba sobre la conducta de los jóvenes en el entorno virtual al comentar, sobre la redacción, que es irreverente, desprejuiciada, poco formal, libre de ataduras y estilos; en definitiva, podríamos decir más posmoderna.

Por tanto, el lenguaje ha retomado un lugar importante en la vida de los jóvenes. García Carrasco y Álvarez Cadavid (2008) afirman que las condiciones que ofrecen las TIC requieren de una reconfiguración de los sujetos de la comunicación para su desempeño efectivo en este nuevo entorno.

Rizo ofrece datos importantes en torno a las significaciones presentes en la relación entre los sujetos; señala que "el individuo es a la vez sujeto y objeto de la comunicación, en tanto que la personalidad se forma en el proceso de socialización por la acción recíproca de elementos objetivos y subjetivos de la comunicación" (2011, p. 79). Por lo tanto, es importante analizar los aspectos micro de las relaciones, es decir, las interacciones, y no solamente considerar, a la luz de otras teorías, lo macro. Rizo, citando a Goffman, continúa indicando que el individuo construye una fachada

que contribuye a fijar la definición de la situación que intenta dar. La fachada abarca fundamentalmente dos elementos: el medio, lo que está al margen de la persona; y la fachada personal, compuesta por ‘insignias del cargo o rango, el vestido, el sexo, la edad y las características raciales, el tamaño y el aspecto, el porte, las pausas del lenguaje, las expresiones faciales, los gestos corporales y otras características semejantes’ (Goffman, 1956, citado en Rizo, 2011, p. 88).

De esta forma, resulta claro que en su espacio virtual en la red social Facebook, los jóvenes intentan construir dicha fachada: construyen una imagen por medio de fotos, publicaciones, la forma de escribir, con quién y cómo se relacionan, lo que los ayuda a construir relaciones sociales tanto sanas como, en algunos casos, violentas.

Balaguer (2003) lo denomina "co-construcción" en la interacción con los otros, y es precisamente esta una referencia directa a la teoría de Goffman, que otorga pertinencia al IS y al estudio del self y cómo este se adecua a las relaciones establecidas con los pares en el entorno educativo.

Resultados

La información que se describe a continuación refleja el uso que los alumnos de la Preparatoria Regional de Colotlán hacen de la red social Facebook, resultados que son parte de una investigación más extensa y que abarca otras temáticas. En total se efectuaron 354 encuestas a alumnos de cada uno de los semestres y de los turnos durante el año 2014, cuando comenzó este trabajo de investigación. La preparatoria cuenta con los turnos matutino y vespertino y con grupos en cada uno de los semestres, por lo que se tomaron grupos de cada uno de los niveles y turnos para incluir a un porcentaje representativo y que refleje el universo de análisis.

De forma general, los alumnos tienen entre 15 a 22 años de edad, con un nivel de paridad muy alto entre representantes del sexo femenino y masculino encuestados: 49.7 y 48.3 %, respectivamente. Entre el universo de jóvenes participantes, el grupo mayoritario está constituido por aquellos que tienen 16 años, con 121 casos, seguidos por los que alcanzan 17 años, con 111.

Como parte de la contextualización de los estudiantes, se les preguntó acerca de su situación familiar. En este sentido, el 74 % vive con su madre y su padre; mientras tanto, el 13.5 % vive solo con su madre, y es la segunda respuesta más recurrente. Otros casos manifestados reflejan, en orden descendente y con cifras menos representativas, que los alumnos residen con abuelos, otros familiares, solo con el papá, y 16 jóvenes viven en otro tipo de situaciones poco representativas estadísticamente.

El 96 % de los encuestados se conecta a internet y, de estos, el 65 % tiene conexión en casa. Tomando en consideración solo a aquellos que no se conectan a la red, el 66 % no lo hace porque no tiene internet en su hogar, una razón fuerte, posiblemente justificada por factores económicos o por la poca disponibilidad de conexiones gratuitas en la región (a excepción de algunos centros educativos y lugares como la plaza principal).

La conexión de los jóvenes es diaria: un 68 % admite que lo hace diario o "de 4 a 6 veces por semana"; además, un 35 % de estos usa la red por medio del celular, una señal que muchos autores han indicado como propia de estas épocas y que facilita la conexión desde cualquier lugar que tenga una señal disponible, con independencia de la no disposición de un equipo de cómputo fijo. Como agregado a esta pregunta de la encuesta, se indicó que el hogar, la casa de algún amigo y un cibercafé son las siguientes respuestas de opciones para estar en línea; sin embargo, con porcentajes mucho menos representativos en comparación con el acceso por medio del celular. Si tomamos, por otro lado, al 35 % que se conecta desde el celular, el 74 % lo hace diariamente, marcando la facilidad para tener acceso mediante la posesión de un celular que presente condiciones para la instalación y uso de aplicaciones de comunicación instantánea.

Dos horas es el tiempo que se conectan regularmente los alumnos y representa el 25 % de los casos; le sigue una hora de conexión, pero también hay 4 personas que indican que su conexión es continua (es decir, nunca cierran sesión en su celular o computadora y responden a notificaciones de manera inmediata); otras personas manifestaron de 16 a 17 horas de presencia.

No obstante, los resultados expuestos se fundamentan en buena medida gracias a la definición de cuál sería el medio electrónico por considerar. Al momento de realizar la encuesta, se sospechaba que Facebook era el que más presencia tenía, situación que se acabó de confirmar al evaluar la respuesta. En tal sentido, el 96.3 % de los encuestados utiliza esta red social. Algunos datos adicionales que abonan a la comprensión del uso de este medio indican que, de todos los que tienen Facebook, el 17 % cree ser adicto a estar conectado y el 22 % dice no utilizar otra red social. Si se consideran otros medios que permiten la interacción entre usuarios, Instagram es el más empleado, pero con un lejano 2.5 %, y aún por debajo de dicho porcentaje se ubican, en orden descendente, Snapchat, Twitter y Ask. A continuación, se muestra un comparativo entre la edad de los encuestados y en qué porcentaje hacen uso de la red social Facebook.

Gráfica 1. Edad y uso de Facebook.

Edad y uso de Facebook.

La gráfica anterior ofrece algunos datos de interés respecto a la edad y la conexión (eje horizontal y vertical, respectivamente). Podría considerarse que a los 19 años es cuando más se usa Facebook; sin embargo, la cantidad de alumnos encuestados que tenían dicha edad era, igualmente, 19 personas. Esta cifra contrasta con las edades de 16 y 17 años, rango en el que se ubicaban la mayoría de los casos, con 120 y 111 alumnos, respectivamente. Con respecto a las respuestas de los alumnos de 15 años, 49 usan esta red social; los de 18 años, 48. De este modo, es factible afirmar que la edad con mayor presencia de esta red fue a los 16 años, por el alto porcentaje de estudiantes participantes de la encuesta y el índice de respuesta afirmativa que rebasa el 95 %. Del mismo modo, es relevante hacer una comparación respecto al uso de la mencionada red, en contraste con el sexo de los encuestados.

Gráfica 2. Sexo y uso de Facebook.

Sexo y uso de Facebook.

Como se refleja en la gráfica superior, hay una paridad notable en cuanto al uso de Facebook; sin embargo, son más las integrantes del sexo femenino las que mayormente poseen una cuenta. Del mismo modo, aunque los casos son mínimos, son los hombres los que responden no poseer un perfil en la mencionada red, y menos de la mitad son mujeres. En otro orden de ideas, se presenta información referente a las manifestaciones de carácter emocional de los jóvenes de la región.

Gráfica 3. Precepción de tristeza, depresión, soledad o pesimismo.

Precepción de tristeza, depresión, soledad o pesimismo.

En la encuesta se utilizaron mayormente cuatro estándares para las respuestas: "nunca", "algunas veces", "muchas veces" y "siempre". Vale la pena mencionar que cuando los jóvenes manifiestan "algunas veces", no debe ser un dato que tenga que pasarse por alto, pues representa un abundante número de circunstancias en las cuales ocurren situaciones no deseables y que afectan de manera particular a ciertos individuos de la institución educativa.

Como primer reflejo de este tipo de casos, se les consultó a los jóvenes con respecto a la presencia de tristeza, depresión, soledad o pesimismo en sus compañeros. El 9.1 % ha detectado dichas emociones "siempre" y el 28.5 %, "algunas veces"; ambas respuestas, en conjunto, alcanzan el 37.6 %, es decir, algo más de 1 de cada 3 jóvenes (la tercera parte de los encuestados) ha percibido dichas situaciones en la red social Facebook. Vale la pena mencionar, no obstante, que son más abundantes las observaciones positivas en el total de las encuestas: alegría, euforia, seguridad, entre otras.

La seguridad es uno de los factores relevantes cuando los adolescentes usan redes sociales; por tal razón, se les cuestionó sobre a quiénes aceptan en Facebook cuando reciben solicitudes.

Tabla 1. ¿Por qué motivos aceptas solicitudes de amistad?
Motivo Respuesta más
repetitiva
Por el solo hecho de haberte enviado una solicitud Nunca
Porque parece atractivo en la foto de perfil Nunca
Porque alguien te lo recomendó Nunca
Porque no te puedes negar y te puede reclamar Nunca
Para aumentar el número de seguidores y ser más popular Nunca
Porque tienes tiempo de conocerlo Algunas veces
Porque estudia en la misma escuela Algunas veces
Porque estudia en tu mismo salón Siempre

El resultado indica que nunca aceptan a las personas por el solo hecho de haber enviado una solicitud, ni tampoco porque les parece atractivo en la foto de perfil, por recomendaciones de otros, por miedo a aceptar reclamos o para aumentar el número de amigos. En contraste, "algunas veces" los aceptan porque tienen tiempo de conocerlos o porque estudian en la misma escuela y "siempre" los aceptan si son del salón. Es importante señalar que, aunque puede parecer inofensivo tener como contacto a los compañeros de escuela o salón, es precisamente allí donde surgen las situaciones de violencia, por lo que la confianza excesiva simplemente en la cercanía física en la institución no es garantía de seguridad y amistad. Esta información se refuerza en la gráfica 7, unas páginas más adelante. Como parte de la vinculación creciente de los adolescentes, los jóvenes manifiestan que en alguna ocasión aceptaron personas en Facebook sin conocerlas, pero tienen más precaución en tomar citas a ciegas, difundir imágenes, fotografiar propiedades familiares o viajes. Continuando con aspectos vinculados a la seguridad, es importante conocer qué tipo de información publican los preparatorianos en Facebook.

Gráfica 4. Difusión de fotografías de viajes.

Difusión de fotografías de viajes.

Al igual que la tabla anterior, este gráfico pretende reflejar el nivel de seguridad que puede presentar el perfil en la red social y qué tanta información provee a sus seguidores. En el mismo tenor que la información previa, en apariencia, los adolescentes son cuidadosos en el manejo de información e imágenes. Tal como indica la gráfica, sus respuestas muestran que el 10 % tiene una cierta tendencia a dar a conocer información personal como los viajes que realizan, lo que puede resultar, por un lado, riesgoso por dar cuenta de los movimientos personales o familiares e incluso del nivel socioeconómico, lo que, por otro lado, es posible que sea publicado por los jóvenes como reflejo de estatus ante sus pares. Una de las recomendaciones más comunes es tener precaución en aceptar solicitudes cuando no se conoce a la persona, por lo que se presenta información en este sentido.

Gráfica 5. Aceptar solicitudes sin conocer a la persona.

Aceptar solicitudes sin conocer a la persona.

Resulta también revelador que solo el 8.3 % de los adolescentes acepten solicitudes de las personas sin conocerlas, un nivel que puede considerarse bajo, pero no deja de ser un riesgo, ya que vale la pena considerar cuáles son los motivos por los que un joven acepta a un desconocido en las redes sociales. Sin embargo, no deja de ser inquietante que el 53.7 %, es decir, la mitad de los encuestados, tiene esta conducta y, si se suman las cifras "siempre", "muchas veces" y "algunas veces", es posible documentar que el 62 % ha tenido este tipo de conducta al menos en alguna ocasión. A continuación, precisamente, se detallan algunas razones por las que los estudiantes aceptan solicitudes en Facebook. En contraste con lo señalado anteriormente, se presentan porcentajes respecto a cómo se comportan los jóvenes al recibir solicitudes de compañeros de aula.

Gráfica 6. Acepta solicitudes porque estudia en el salón.

Acepta solicitudes porque estudia en el salón.

Una muestra de apertura, amistad, pero no deja de representar un riesgo: el 45.7 % de los encuestados acepta siempre a sus compañeros de salón. Evidentemente, es factible pensar que de este modo se estrechan lazos y se conoce mejor a los compañeros, pero es justamente allí donde también comienzan las relaciones violentas entre quienes conviven varias horas cada día juntos. De este modo, este dato indica que se crea ese espacio virtual en el que los jóvenes comparten su información (Facebook), sus gustos, viajes, aficiones, fotografías, y solo por el hecho de estar en la misma aula de manera diaria es un motivo para dar acceso a dichos espacios.

Al sumar la respuesta "siempre", alta por reflejar la mitad de los encuestados, con "muchas veces", la cifra asciende al 72.6 %: casi 3 de cada 4 estudiantes. Del mismo modo, se buscó conocer cómo manejan las solicitudes de amistad cuando son enviadas por compañeros de escuela, pero no necesariamente de salón.

Gráfica 7. Acepta solicitudes por ser de la misma escuela.

Acepta solicitudes por ser de la misma escuela.

Si existía confianza en los compañeros de aula, lo que se refleja con las cifras anteriores, esta disminuye si las solicitudes de amistad llegan de compañeros de la preparatoria, sin considerar a los que están en el mismo salón. Las cifras "siempre" y "muchas veces" alcanzan un 40 %, una cantidad que, menor a la anterior gráfica, es significativa en términos cuantitativos.

Cuando no se reconoce a la persona cuando envía una solicitud, un factor a considerar puede ser la foto de perfil (lo que también representa un riesgo ante las posibilidades de que sea falsa); por tal razón, se les consultó qué tanto influye este factor en la aceptación de amistades.

Gráfica 8. Acepta solicitudes porque la persona es atractiva en su perfil.

Acepta solicitudes porque la persona es atractiva en su perfil.

La gráfica superior refleja justamente el juego de la imagen que cada usuario de Facebook intenta proyectar, con respecto a la búsqueda del éxito, en cuanto a las solicitudes de amistad. La condición de estética aceptable por los jóvenes, el reflejo de ciertas características, puede ser un factor que provoque decidir si se acepta a alguien o no en la red social. Un 16.9 % es la cantidad que acepta solicitudes basándose en la imagen del otro usuario (sin conocerlo personalmente), una condición que muestra la confianza que tienen en lo que el otro intenta mostrar y la interpretación hecha por los jóvenes respecto a los símbolos visibles en las redes.

Por otro lado, los estudiantes fueron consultados sobre la observación de agresiones a sus amigos, y las respuestas mayoritarias ocurrieron en la opción "algunas veces". Se mencionaron como actos agresivos el insulto, la ridiculización, y en menores ocasiones, amenazas, palabras ofensivas, acoso sexual, desprestigio o tomar fotos de la red, sin autorización, para compartirlas. Los insultos no son algo común en la escuela, ya que solo en un 2 % ocurren ‘‘muchas veces" o "siempre"; el 34 % sucede "algunas veces".

En general, la tendencia es a que los jóvenes no se sientan agredidos por insultos, amenazas, ridiculizaciones, escribir palabras ofensivas, robo de contraseña, acoso, toma de fotografías, desprestigio, etc. Manifiestan, a la par, que no cometen este tipo de actos. Con referencia a las agresiones recibidas, los insultos son los más frecuentes y en una cantidad superior en hombres. Sin embargo, la frecuencia de "siempre" y "muchas veces" es escasa: aproximadamente un 2 %. En lo que respecta a las amenazas, son poco frecuentes entre los jóvenes, con una incidencia del 2 %, mucho más alta entre hombres que entre mujeres. La ridiculización tiene una mayor presencia, aunque no se manifestó en ningún caso bajo la respuesta "siempre"; el 1.4 % ocurre "muchas veces", y la respuesta "algunas veces" se presentó en el 18 %. Pocas son las veces que los jóvenes manifiestan que les escriben palabras ofensivas en su muro en Facebook, no se dieron respuestas "siempre"; "muchas veces" ocurrió en el 1.16 %.

En otros rubros, el robo de contraseña se presenta en el 1.4 % entre "siempre" y "muchas veces", y en el 14.6 %, "algunas veces". Sentirse acosado por frases está presente en el 1.4 % de los casos. En todas las situaciones, los niveles son parejos en hombres y mujeres. Tomar fotos y transformarlas refleja un aumento leve de la incidencia, ya que llega al 2.6 % de los casos. Difusión de información íntima es, también, una agresión poco frecuente, ya que está en el 1.1 % "siempre" o el 3.8 % si se agrega "algunas veces".

Si se toman en consideración los tipos de agresiones y la edad en la que se presentan, hay algunos datos que demuestran cuál es la tendencia y qué acciones son más frecuentes para violentarse contra terceros. Los insultos, aunque con poca frecuencia, ocurren sobre todo entre quienes tienen 15 y 16 años: allí ocurren casi todos los casos; solo 1 fuera de ese rango, a los 18. No obstante, se presentan únicamente en el 2 % (la respuesta "algunas veces" alcanza un 34 %). Del mismo modo, 5 de los 8 casos que reportaron amenazas suceden entre los 15 y 16 años; 1, a los 17 y 2, a los 18, los cuales llegan al 2.3 %. El 80 % de los casos de ridiculización suceden a los 15 y 16 años, totalizando el 1.4 %. Las palabras ofensivas se reportan mayormente a los 17 años, con el 75 % de los casos y el 25 % a los 15, y representan el 1.1 %. En cuanto al robo de contraseñas, de 5 casos reportados, 4 ocurren a los 17, es decir, en el 1.4 %; vale la pena señalar los casos "algunas veces", que son el 14.2 %. Cabe una posible interpretación del paso de la violencia directa a otra que implica amenazas menos visibles, pero igual de difíciles de manejar, con un agresor que no tiene una presencia clara.

Las frases de acoso tienen una presencia menos frecuente, ocurren casos entre los 15 y 18 años, en el 1.4 %; "algunas veces" se presenta en el 15.1 %. Difundir fotografías es algo más frecuente y tienen el doble de presencia los casos que manifiestan "siempre", que ocurre por sobre los que dicen "muchas veces". Los 16 y 17 años son los más frecuentes para este tipo de actividad, totalizando un 2.6 %. El desprestigio ocurre entre los 16 y 18 años; aunque los casos son pocos, nuevamente puede ser una muestra de una violencia más indirecta, expresa menos confrontación, pero puede ser igual de agresiva, y lo reportan el 3.7 % de los encuestados.

Consideraciones finales

Como se ha mencionado en líneas anteriores, este es un extracto de un trabajo más amplio y describe un aspecto de la vida de los jóvenes que se ha vuelto indispensable para el entendimiento de su forma de actuar, pensar y presentarse socialmente. Podemos conocer, por medio de sus respuestas, algunas de las características familiares y personales y cuál es su conducta ante las herramientas virtuales para su comunicación. Es importante para los padres de familia y educadores tomar en cuenta las condiciones de seguridad que manejan los jóvenes para evitar que caigan en situaciones de riesgo por la información que manejan sin el cuidado necesario. En este sentido, se requiere más información sobre qué significa compartir datos, fotografías, videos, amistades, lugares, etc.

El hecho de que Colotlán sea una ciudad pequeña, comparada con las grandes urbes, ha hecho que situaciones particulares, como la violencia, permanezcan poco visibles y que puedan controlarse por la acción de las autoridades escolares, pero no debe significar que, por pocos casos que se presenten, no deban cuidarse para la atención oportuna de los afectados. Finalmente, los datos reflejados muestran ciertas tendencias similares reportadas a nivel nacional e internacional, sobre todo un nivel alto de uso de los medios digitales que, como muchos aspectos en la edad de los individuos encuestados, requieren de guía y asesoría para que hagan un aprovechamiento positivo de los recursos disponibles.

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Profesor del Centro Universitario del Norte de la Universidad de Guadalajara, México. leonardo.romero@cunorte.udg.mx